La Luna

Déjame aquí, bajo las estrellas, el delirio, bajo la luna, y el lunatismo, bajo el sol y su cordura que no es tan cuerdo como muchos piensan, bajo sus sombras de fuego se encuentra una pizca de locura.
La Luna me arrevató con sus manos de alba el alma que amaba, con sus sueños lunáticos me arranco de los brazos la poca fuerza que está Vida me había dejado, bajo sus luces plateadas escuché el aullido de aquella alma hermosa. Sus arrogantes dicciones acabaron con todo rastro de amor que en mi vivía, me aventó al abismo que abundaba en la locura del cerebro. No llego a entender el porque de su egoísmo, la Luna siempre tan vil, ha querido ser de cuerpo o algo material que la ayude a vivir, su amor aun camina en la Tierra viva, en su eterno reloj aun viven los años dorados de se juventud, pero mata sin piedad, se lleva las almas a la locura, sólo por un cruel engaño que ella misma se hiso.